Pese a que hubo una baja asistencia de individualidades y agrupaciones de Antofagasta, esta escuela que se realiza por segunda vez en Antofagasta -y por novena en Santiago- cumplió las expectativas de ser un espacio de debate y de formación política para enfrentar las luchas de este “bicentenario”.
Por Comité Editorial La Alternativa
Llevar adelante los procesos históricos de los pueblos, haciendo carne la teoría, es la difícil tarea que se plantearon las diferentes colectividades que participaron en la IX Escuela de Verano Ernesto Guevara en Antofagasta. En la última jornada de la escuela, se entabló el debate en torno a las propuestas políticas que existen para enfrentar un contexto histórico desfavorable para las demandas de los pueblos dentro de un marco latinoamericano, sobre todo hoy con el nuevo gobierno de la derecha pinochetista en el país.
En dicha mesa, los expositores fueron Alfonzo González, de la agrupación El Puño de Abya Yala, de La Serena, Oscar Mena, militante del MIR histórico y Fernando Guzmán, de Inquietando desde el Margen. El primero, con una mirada indigenista, fue enfático en dejar en evidencia el graso error que ha repetido la izquierda tradicional en su historia de lucha, en cuanto a la forma de plantearse ante un pueblo desencantado por la ausencia de propuestas, y que sigue escuchando desde hace más de 30 años el mismo discurso, que no innova ni su forma ni su fondo.
Según González, la óptica de la lucha debe enfocarse desde un punto de vista armónico con los ciclos de la naturaleza y de la vida, similar a la cosmovisión de los pueblos originarios, y que sólo una comprensión holística en este sentido puede levar al hombre a su liberación material y espiritual, a su “ascensión como guerrero”, y en definitiva a ser luz en estos tiempos de tinieblas que dejó la colonización hace poco más de quinientos años.
Oscar Mena, por su parte, estableció como clave la instauración de Sindicatos Sociales Poblacionales que busquen el desarrollo de la comunidad y sean por sobretodo, solidarios. “En las poblaciones está el pueblo, y es él quien debe llevar a cabo los procesos revolucionarios con miras a lograr una mejor calidad de vida (...) para eso debemos llegar a él”. En este sentido, Mena es claro en señalar que “no se le debe imponer nada al pueblo, sólo empoderarlo de las herramientas que lo liberen”.
En cuanto a las propuestas emanadas por Fernando Guzmán, el antropólogo y militante de Inquietando desde el Margen, centró su análisis sobre nuestra identidad como latinoamericanos, para explicar que la “identidad” tiene una dicotomía entre lo que “es” realmente, y lo que pretende que sea para los poderes dominantes, apelando que nuestra “identidad” es justamente “la diferencia”, que es la heterogeneidad lo que caracteriza a la gran diversidad cultural de los pueblos que componen nuestra América, y justamente un aspecto del cual aún rehúyen los entes dominantes para perpetuar, justamente, su dominación.
Además, explicó, que se debe modificar el lenguaje aprendido para no validar la existencia de instituciones que perpetúan la existencia del mismo sistema que “explota y destruye”. “Debemos reemplazar y abolir el concepto de estado, de nación y de patria (...) El Estado aparece en un momento determinado de la historia del hombre, y no tiene por que existir para siempre”, manifestó, añadiendo que “debemos cambiar el lenguaje dándole valor al lenguaje popular”.
Medios de Comunicación
Un tema que estuvo presente también en las jornadas de debate, fue justamente la necesidad de crear y abrir más espacios de comunicación dentro de las comunidades. En este sentido, dos integrantes de la Red de Medios de los Pueblos (www.mediosdelospueblos.cl) – de la cual forma parte La Alternativa - expusieron sobre la necesidad imperante de democratizar las comunicaciones, poniéndolas al servicio de las personas y no de intereses económicos, como lo son actualmente el duopolio de Edwards y Saieh (El Mercurio y Copesa).
Mediante una mirada histórica se explicó como los medios de comunicación y propaganda complementaron las luchas de principios del siglo pasado hasta la dictadura, tiempo en que se censuraron, acallaron y asfixiaron medios como la revista Apsi, Fortín Mapocho, Análisis y La Epoca. “Con la llegada de la falsa democracia, surgieron nuevos medios que se autodenominaron “independientes”, como una fuerza opositora al sesgo ideológico implantado por las corporaciones periodísticas. Hoy en día creemos ser simplemente medios de comunicación, sin apellidos, que luchamos por implantar en la agenda y en la opinión pública temas que contribuyan al análisis crítico de nuestras realidades”, dijo uno de los expositores de la red.
Desafíos de la escuela
Entre los desafíos de la escuela, se llegó a la necesidad de organizar la Coordinadora de los Pueblos, que vaya a fortalecer la organización de diversos colectivos, organizaciones e individualidades en Antofagasta y el norte del país, para con ello aunar voluntades. Además de ver como una de las próximas fechas de participación social la Conferencia por el Cambio Climático y la Defensa del Medio Ambiente, a realizarse como cumbre de los pueblos del mundo, invitada por Bolivia en abril próximo.
Hay articulación y voluntad para la organización social en Antofagasta, ahora debe haber ganas de éste pueblo.
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