martes, 9 de agosto de 2011

Crónicas de una detención - Samuel Godoy


Jueves 04 de agosto, 12.30 hrs. en Santiago, aire irrespirable en todas las calles aledañas a la alameda, piquetes de pacos, guanacos, zorrillos, radiopatrullas, FF.EE y furgones, en cada calle intentando ahogar el grito rebelde de los jóvenes que luchan por el fin al lucro y una educación de calidad al alcance de todos y todas.

Pasado las 13.00 hrs las noticias ya anunciaban gran cantidad de detenidos y múltiples enfrentamientos, tanto así que se debieron traer refuerzos policiales de otras comunas para intentar aplacar el fuego que el gobierno quizo apagar con bencina. En esos momentos la consigna de todos los pequeños grupos de estudiantes que se veían en las calles era intentar llegar a la alameda.

13.30 hrs. aprox., un grupo de unos 15 a 20 jóvenes secundarios caminan de manera pacífica con un lienzo por el paseo Bulnes cuando, cerca de esq. Diagonal Rancagua son interceptados por 2 furgones de fuerzas especiales y 1 zorrillo. Un par de personas que iban transitando se pusieron frente a los furgones de manera de evitar que ellos llegaran hasta los jóvenes, se comienzan a bajar FF.EE y se produce la primera discusión con los transeúntes que defienden el legítimo derecho de los estudiantes a manifestarse y el abuso represivo que ya se ha visto desde primeras horas de la mañana, por poco en ese momento se llevan detenido a un par de transeúntes. Luego FF.EE. llega donde los jóvenes y a punta de empujones y amedrentamientos, sin mediar ninguna provocación éstos quienes incluso comienzan a doblar su lienzo, intentan quitárselos y echarlos del lugar, en ese momento, viendo dicha situación es que me acerco a tomar fotografías y a grabar el actuar de estos señores garantes del orden, que premunidos de todo su arsenal y vestimenta de combate se enfrentan a éste pequeño grupo de jóvenes y jovencitas valientes que están provistos sólo de la convicción de la que la lucha es justa.

Cuando FF.EE. se da cuenta que estoy fotografiando y filmando su irracional actuar, me exige credencial de prensa, al no contar con ella y sin mayor explicación proceden a subirme a empujones la furgoneta 4116 de FF.EE. Al exigir los motivos de mi detención e intentar y resistirme a ésta, se me tapo a groserías y amenazas.

Una vez en el furgón, se podía escuchar claramente por la radio la orden del día: “detener a cualquiera que se cruce, pues debemos justificar…”, esa orden era el aliento para que en cada detención del furgón se echara alguien dentro y justamente, los otros dos chicos que suben al furgón conmigo, tampoco estaban participando de enfrentamientos, sólo estaban con un grupo conversando de la represión que se veía.

Mientras nos bajaban en la tercera comisaría de Santiago, a eso de las 14.00 hrs., donde el furgón nos fue a dejar rápidamente para poder seguir cumpliendo cabalmente con sus órdenes, se escuchaban los gritos y consignas de los casi de 200 detenidos que ya se encontraban a esa hora, las mazmorras del capital ni las amenazas de los oficiales de altos rangos que ahí se encontraban, eran capaces de aplacar los gritos rebeldes. 

Luego de eso la rutina, constatación de lesiones – que debo decir, por lo menos en ese lugar, se contaba con un profesional joven traído de la posta central muy consiente revisando hasta el más mínimo detalle y con el fono del Instituto Nacional de DD.HH. sobre la mesa para llamar en caso de ser necesario. Después la larga fila para el control de identidad, donde en la conversación me podía dar cuenta que muchos de los que estaban allí fueron detenidos mientras se juntaban o caminaban con sus compañeros hacia la moneda, muchos sin mediar provocación, sólo por el hecho de ser estudiantes. Hasta un gringo que miraba la protesta se fue detenido.

Cuando terminamos el trámite de control de identidad se nos asignó a uno de los cubículos preparados en el gimnasio de la comisaria para intentar ordenar a los detenidos, que ya eran más de 250, donde comienza la espera de la respuesta del fiscal para poder ser liberados.

De manera espontánea durante la tarde iban surgiendo los gritos rebeldes, los que rápidamente se masificaban al interior de la comisaria provocando un bullicio ensordecedor que ponía los pelos de punta,  dando ánimo a los cabros con menos experiencia o que estaban algo asustados, ayudando a aplacar el frio del lugar y que generando el recibimiento combativo a los compas que seguían llegando.

Otro hecho digno de destacar, es que cualquier alimento que era enviado desde fuera a algunos de los “compañeros de celda”, era compartido por todos y si alcanzaba, compartido con los compas de las “celdas” contiguas, demostración de solidaridad y hermanamiento que sentíamos, propio de nuestro pueblo.

A eso de las 20.00 hrs. comenzamos a darnos cuenta de las bajas de corriente, lo que es recibido con consignas y aplausos. Se comienzan a escuchar los caceroleos cada vez más fuertes los cuales incentivan aún más los gritos rebeldes, mientras seguían llegando compas provenientes de las manifestaciones convocadas en la tarde por los universitarios.

21.30 aprox. por fin el fiscal autoriza nuestra libertad, al salir con otros 2 compas, nuestra alegría fue inmensa al escuchar y luego ver a la salida de la comisaria como mucha gente estaba participando del caceroleo, era una imagen impresionante, desde los departamentos, en la calle, frente a la comisaria, recibiendo con aplausos y gritos de ánimo a los compas que iban saliendo.

Luego en el camino a casa, unos 15 a 20 min. Caminando por el centro de Stgo. no faltaba calle en la que no hubiese gente caceroleando ya sea desde la puerta de su casa o edificio, desde los departamentos, autos tocando bocinazos, calles cortadas con gente con carteles, pancartas y lienzos, con consignas de apoyo a los estudiantes, fin al lucro, basta de represión, etc. Calle Santo Domingo, Bandera, Ahumada cortadas con pequeñas barricadas de fuego. En algunos puntos los propios vecinos encarando a la policía por su accionar brutal durante el día y en otros grupos de jóvenes dispuestos a defender las barricadas. 

Llegando al lugar donde pernocto en Stgo, los vecinos y vecinas fuera del edificio o en sus departamentos, seguían con el caceroleo, pese a que la policía entraba y salía de la comisaria que se encuentra a pocos metros, el comentario generalizado era que la represión del día fue como en los 80’s y que el caceroleo también recordaba la expresión popular de repudio utilizada en esos años, aunque yo le agregaría que estaba marcada por falta de miedo, con el tinte asignado por los estudiantes de alegría, de saber que luchan por lo justo, esa alegría de saber que están en lo correcto, esa alegría que es de los que aman de verdad.

Estas líneas son sólo un relato de lo que me toco vivir en este día de protesta, un relato más de los muchos que habrán, de los que hablarán de éste día histórico donde nuestro pueblo comienza a expresarse masivamente contra la represión, por la justeza de las demandas estudiantiles, donde nuestro pueblo comienza a demostrar su rechazo y repudio a este sistema que día a día nos sigue marginando, donde nuestro pueblo comienza a expresar su cansancio por las políticas de la dictadura perpetuadas en los gobiernos de la concertación y que se siguen profundizando en éste  gobierno.

No puedo dejar de agradecer a todas y todos los compas y cumpitas de Chile y otras partes del mundo que hicieron sentir su solidaridad tanto a mí como a nuestra organización, esto nos llena de la convicción de que no estamos solos, de que la solidaridad es una de las armas más valiosas que tiene nuestro pueblo, de que aún podemos y debemos, y que me deja cada vez la convicción de que SÓLO LA LUCHA NOS HARÁ LIBRES.


Aquí las fotos que provocaron la detención:













No hay comentarios:

Publicar un comentario

Viaje por la Memoria Historica de Ñuble

Dia de los DDHH en Chillan

Viaje por la Memoria de los Caidos