Que abucheen y protesten un contra el mandatario Sebastián Piñera dentro de nuestras fronteras, tomando en cuenta la baja aprobación que marca en las encuestas, para ser razonable.
Pero que lo pifien en sus giras presidenciales parece sorprendente. Así le ocurrió en la exclusiva universidad de Harvard (Estados Unidos), cuando manifestantes lo recibieron con pancartas y le alegaron en español y en inglés por la crisis de la educación chilena.
También le sucedió en Uruguay, cuando la Federación de Estudiantes Universitarios de esa nación, (FEUU), convocó para una protesta para la tarde del jueves, en solidaridad con sus pares chilenos. La Coordinadora de Estudiantes de Enseñanza Media de Montevideo (CEEM), el Centro de Estudiantes del Instituto de Profesores Artigas (IPA) y el Encuentro Nacional de Trabajadores, estuvieron presentes en la marcha hacia la residencia presidencial de Suárez y Reyes, donde José Mujica recibió al ex accionista de Colo-Colo.
Gabriel Bermúdez, encargado de las relaciones internacionales de la entidad, dijo que Piñera representa un modelo que beneficio a los "grandes empresarios y no a las grandes mayorías", por lo que "no podemos quedarnos callados".
"El movimiento estudiantil uruguayo no puede estar ausente, ser un mero espectador, y creemos que debemos salir a movilizarnos y decirle al señor presidente Piñera que no lo queremos aquí, que no tiene nada que venir a explicarnos a nosotros, que nuestra educación tiene 10 mil defectos pero es una educación pública, gratuita en todos sus niveles, y es una educación de libre acceso", dijo el dirigente.
"Piñeira"
Pero donde se rompieron todos los moldes fue en Argentina, en los primeros momentos del triunfo electoral de la presidenta Cristina Fernández. Cuando la "Señora K" señaló que recibió los llamados de felicitación de sus pares José Mujica (Uruguay), Hugo Chávez (Venezuela) y Dilma Rouseff (Brasil) el público asistente a la concentración aplaudió a rabiar. No pasó lo mismo con Piñera, quien fue pifiado. Para peor, la jefa de Estado le dijo "Piñeira".
"Son terribles... son terribles che, qué cosa. No que ser así", dijo con rostro socarrón la viuda de Néstor Kirchner ante los insultos y signos de reprobación. Digno de Ripley.
"Somos los ciudadanos del mundo"
En opinión del sociólogo Pablo Huneeus, el rechazo que sufre Piñera fuera de Chile "es una protesta contra el gobernante más rico y millonario de las Américas. Es un repudio hacia el acaparamiento de dinero de una persona que la gente lo ve como que se compró la presidencia".
"No hay en todas las Américas ningún jefe de Estado que ande cerca de millonario como lo es Piñera y que haya hecho tanta fortuna y que esté anualmente engrosando su fortuna cerca de 200 millones de dólares y que mes a mes incremente su patrimonio en 6 millones de dólares", sostuvo.
"El tema de la educación le toca a todo el mundo. Concierne a todos y tiene que ver con lo que está ocurriendo, como le llamaban antes, la primavera árabe, que la hace la clase media educada o a medio educar y el estudiantado. No hay que olvidar que en Tunicia un cabro que estudiaba y pagaba su educación y no encontraba trabajo, puso un puesto de fruta. Y la policía una y otra vez le destruía su tienda. Y él se inmoló a lo bonzo. Ahí partió todo", comentó.
A manera de reflexión, Huneeus nos tilda a los chilenos como "ciudadanos del mundo, porque nosotros sentimos la educación y ellos (los de otros países) nos sienten a nosotros. Los países latinoamericanos como Chile, Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina debiéramos ser un solo país, sin fronteras, como Estados Unidos, que tienen distintos estados, pero son un puro país. Estados Unidos, México y Canadá van de costa a costa, del Pacífico al Atlántico. ¿Por qué nosotros no? ¿Por qué estamos divididos?".
"Lo que hace o deja hacer ese presidente en su país, eso lo siente uno desde chico. Recuerdo un dictador húngaro en la época de la cortina de hierro, que era el testaferro del poder soviético y que cuando viajaba se hacían siempre manifestaciones contra él. Si hubiera venido Stalin a Chile, de todas maneras se hubieran organizado protestas en contra. Con Mubarak también", concluyó el profesional.
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