Cinco meses de
control territorial llevan comunidades del lago Lleu Lleu en el predio de la
japonesa Volterra. El martes último los comuneros resistieron un violento
desalojo, desatándose una ofensiva comunicacional que ha generado un incremento
de la presencia policial en la zona.
Por Zenen Vian,
desde Wallmapu.
Comuneros mapuche destroncan eucaliptos en el fundo El Canelo. De esta forma preparar el terreno para sembrar. |
"Un pequeño
grupo de delincuentes". Este discurso ha sido la estrategia utilizada por
el gobierno y Carabineros para criminalizar los procesos de recuperación
territorial que distintos Lof y comunidades mapuche en resistencia desarrollan
en en el cono sur de la provincia de Arauco. El último hecho ocurrido en el
fundo El Canelo, ocupado por 5 comunidades ribereñas al lago Lleu Lleu, da
cuenta no sólo de una táctica añeja y obsoleta, sino que intenta ocultar el
trasfondo del problema. Más allá de los 7 carabineros que resultaron heridos en
el mediático enfrentamiento (que la policía disfrazó de emboscada), el
desconcierto de las autoridades es resultado de los frutos obtenidos por un
movimiento mapuche autónomo cada día más fuerte, consolidado y decidido hacer
frente a las empresas forestales: las grandes responsables del conflicto.
El enfrentamiento del
martes último sólo vino a consolidar un proceso que se desarrolla desde hace ya
cinco meses. Fue el 12 de octubre de 2013 cuando las comunidades José María
Calbul, Segundo Yevilao, Lorenzo Lepín y Esteban Yevilao, ingresaron al fundo
El Canelo. Paralizaron la faena e iniciaron un trabajo de recuperación, tanto
productiva como cultural. A un costado, donde en antaño circulaba el estero
(hoy seco por efecto de los eucaliptos) se levantó el guillatúe para el
desarrollo espiritual y junto a él, se diseño una cancha de palín que obligó el
destronque de los eucaliptos cosechados por la empresa forestal Volterra, la
propietaria legal del predio.
Al cumplirse 17 días
de ocupación del terreno, se sumó al proceso la comunidad Francisco Millabur.
"Cuando se inició la recuperación se zanjó en la necesidad de sumar a
todas las comunidades sin tierra que opten por la lucha de la resistencia y la
reconstrucción. Esta señal de unidad permitió que se incorporara una nueva
comunidad a este proceso de recuperación, entendiendo que lo elemental es la
reconstrucción de nuestro territorio, sin caer en divisiones serviles al estado
y a las empresas forestales, nuestros verdaderos enemigos", explicarían
las comunidades mediante un comunicado público difundido en aquel entonces.
El fundo El Canelo
posee una extensión de 800 hectáreas, ubicado entre las localidades de
Tranaquepe y Choque, en la comuna de Tirúa. El día del desalojo, los comuneros
trabajaban en el destronque de eucaliptos. La idea es sembrar el terreno y,
lentamente, ir recuperando las aptitudes agrícolas del predio. En eso estaban
cuando irrumpió carabineros, según relataron en un comunicado. "Estando
los comuneros solamente provistos de sus herramientas de trabajo, a eso de las
11 horas fueron atacados por carabineros, quienes disparando balines y
perdigones intentaron desalojar el lugar. Incluso prendieron fuego en uno de
los cercos. Como consecuencia del ataque, un menor de edad resultó herido con
perdigones en su pierna".
"Lo que preocupa
en el gobierno y en el poder económico es la idea de reconstrucción que existe
detrás de los procesos de recuperación territorial. En perspectiva nuestra
gente, sobre todo los jóvenes, muestran un mayor nivel de maduración
ideológica. Eso explica lo ocurrido en El Canelo. Las comunidades no están
disponibles para ser reprimidas y violentadas, por eso la autodefensa ya es un
acto legitimado y validado por nuestro pueblo", subraya el werkén José
Huenchunao.
La situación que
ocurre en el fundo El Canelo se da en un contexto de esquizofrenia comunicacional
lideraba por El Mercurio y sus medios asociados, que día a día han llenado sus
páginas con "radiografías sobre lo que ellos denominan "violencia
mapuche". "Han dado a entender que aquí existe un grupo de
delincuentes que se oponen al desarrollo. La pregunta de fondo es de qué tipo
de desarrollo estamos hablando.Las empresas forestales, que ocupan dos tercios
del territorio de Arauco, sólo han generado pobreza y desastres
medioambientales en nuestro territorio. Ahí están las tierras erosionadas y su
correspondiente impacto en el tema agrícola y las fuentes de agua que ya no
existen. Cuando hablamos de reconstrucción, hablamos también de recuperar
nuestra espiritualidad que va, intrínsecamente, ligado a la tierra y el agua.
Ese es el fondo de nuestra lucha, que a su vez es una propuesta para la
humanidad", añade Huenchunao.
La guardia forestal
Desde diciembre a la
fecha son cerca de 200 los efectivos de carabineros que se han incorporado a
los cuarteles de Cañete y Tirúa. Es recurrente observar en la ruta que conecta
ambas comunas, patrullar vehículos policiales de otras ciudades del país. A eso
se suman carros blindados y el apoyo de la Policìa de Investigaciones. La
presión de las empresas forestales motivó al alto mando de Carabineros,
dirigida en Bío Bío por el general Iván Bezmalinovic, a remover terreno en el
sector de Lleu Lleu para instalar una base policial no vio luz verde, momentáneamente, gracias a
la resistencia y rechazo público ejercido de las comunidades de la zona.
Aún así en Antiquina
(sector ubicado 5 kilómetros al norte de Lleu Lleu) funciona un retén móvil de
Carabineros el que ha sido reforzado con carros blindados y efectivos del Gope.
El porcentaje mayor de uniformados está al resguardo de predios forestales,
cuyo contexto también es invisibilizado en los discursos oficiales tanto del
gobierno como por los medios de comunicación: la extensión del Decreto Forestal
701.
Desde 2012 que el
gobierno de Sebastán Piñera intenta, infructuosamente, sacar adelante la
extensión por otros 20 años del Decreto Ley 701, que bonifica la plantación de
monocultivos de pinos y eucaliptos. La industria aspira a duplicar el número de
hectáreas con monocultivos exóticos, creciendo de 3 a 6 millones de hectáreas.
Consolidado el modelo, ahora la intención es incorporar al negocio a pequeños y
medianos propietarios, entre ellos comunidades mapuche. Es aquí donde se
explica, asegura Huenchunao, la ofensiva comunicacional hacia las comunidades
en resistencia.
"La mayor
demanda territorial en Arauco está dirigida hacia las forestales. Esto
argumenta la criminalización hacia las comunidades que han optado por la
práctica, es decir por ocupar los predios de las forestales y avanzar en
procesos de recuperación productiva y espiritual. Nuestra gente está más
informada y no cree en el cuento del desarrollo que se le impuso en los últimos
20 o 30 años. Ya conoce la nocividad de los pinos y eucaliptos y no sólo eso,
sino que ideológicamente reconoce la necesidad de recuperar el territorio y
desde ahí resistir y reconstruir nuestro Wallmapu. Esa es la contradicción de
fondo", sentencia.
No sólo en El Canelo
soplan vientos de resistencia. Lo mismo ocurre en Huentelolen, donde comuneros
ocupan desde noviembre el fundo Rihue Alto de propiedad legal de Bosques Arauco.
Lo mismo ocurre en Lleu LLeu, Pocuno y Cura Paillaco, donde las comunidades
también mantienen procesos de recuperación productiva en predios forestales.
Comuneros mapuche juegan palín al interior del predio controlado. |
PUTA QUE ANDAN PERDIDOS LOS NEO - IZQUIERDISTAS CHILENOS APOYANDO A LA "NUEVA MAYORIA" Y SU SEUDO RECUPERACIÓN DEL FUNDO EL CANELO, JUSTO AHORA CUANDO LLEGA BACHELET? , PARA QUE SE LO COMPREN PAGANDOLES MILLONES A VOLTERRA Y DE PASADITA A LOS NEGOCIADORES LES CAERÁ ALGUNA COSITA POCA....
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