Santiago, septiembre,
2016.
Ante una nueva
conmemoración del golpe de Estado de 1973, la Coordinación 1° de Mayo Clasista
y Combativo declara:
Las y los
trabajadores, pobladores y estudiantes organizados bajo las banderas del movimiento
popular clasista, nos vemos interpelados constantemente a repensar y
reconstruir las estrategias de lucha que nos permitan enfrentar la explotación
capitalista, la que hoy en Chile se sustenta en la imposición del modelo
neoliberal bajo la dictadura. Por lo tanto, es imprescindible recordar que la
instalación de la economía de mercado en todos los ámbitos de nuestra vida no
es un fenómeno de desenlace histórico natural, sino, es producto de una
imposición tiránica.
La dictadura
cívico militar encabezada por Pinochet sigue presente hoy a través de tres elementos
constitutivos de nuestra sociedad; en primer lugar, vemos a diario los efectos
del shock, la represión, la tortura y el asesinato de nuestro pueblo y sus
organizaciones, puesto que, la instalación del terror sigue presente entre
nosotros; muestra de ello son los bajos niveles de politización y participación
política de nuestra clase. Y, dificultando aún más la recomposición del tejido
social, la derecha y el conservadurismo no han cesado de reproducir el mito que
señala la lucha como un acto de irresponsabilidad política, en función de mantener intacto el sistema de
privilegios de unos pocos, criminalizando la articulación social a través de la
represión y la prisión política. Por otra parte, enfrentamos a diario las
nefastas consecuencias de una imposición económica que, bajo condiciones de
terrorismo de Estado, continúa mercantilizando nuestros derechos sociales
conquistados al alero de décadas de lucha, y privatizando los recursos
naturales. Y, por último, estamos aún regidos por la imposición política de la
dictadura, la cual les ha permitido perpetuar un sistema al servicio de unos
pocos, atando nuestra subordinación de clase a través de la Constitución del
ochenta. Por lo tanto, a 26 años de
iniciada la falsa transición a la democracia, sigue intacta la legalidad del
atropello a nuestros derechos, mediante una Constitución hecha a la medida de
los intereses del privilegiado.
En este
escenario de triple shock dictatorial (humano, económico y político), se
enmarca hoy la fuerte lucha que cuestiona el sistema de AFP instalado a través
de la fuerza del terror; por lo tanto, la lucha actual por el derecho a
pensiones dignas está enmarcada en nuestra lucha diaria por eliminar los
resabios del régimen de Pinochet. La
consigna es clara y nuestras expectativas son altas: No queremos más AFP, no
queremos más amarres de la dictadura. Por eso, nuestra lucha es por un sistema
de reparto solidario, en función de disputar a la lógica individualista propia
del capitalismo, a través de la recuperación del sentido social de una economía
al servicio del pueblo.
El 11 de
septiembre de 1973 se inició la lucha contra la organización popular,
aplastando proyectos de transformación social cuyo objetivo fuera la
recuperación de la dignidad arrebatada a los amplios sectores de la clase de
las y los oprimidos y explotados. Los hombres y mujeres que dieron la vida por
las causas del pueblo son ahora nuestros compañeros en la historia y su recuerdo
hoy es más fuerte que nunca, porque en las luchas del presente, los
combatientes siguen vivos. Por lo tanto, este 11 de septiembre no lloramos a
nuestros muertos, sino que ellos nos dan la fuerza y la razón para seguir al
pie del combate. Somos los herederos de las luchas del pasado, que son las
mismas que las nuestras: destruir el capitalismo y asegurar el merecido
bienestar de nuestro pueblo.
Ante este
escenario, las organizaciones populares clasistas hacemos el llamado a
encontrarnos en esta nueva conmemoración del golpe del 11 de septiembre, con la
fuerza de la historia y la convicción de los combatientes del pasado.
Coordinación 1° de Mayo Clasista y
Combativo
¡Unidad, lucha y organización!
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