viernes, 9 de septiembre de 2011
Formalizan a tres carabineros por su presunta participación en el secuestro de Jose Huenante en 2005
Tres funcionarios de Carabineros quedaron formalizados ayer por el delito de sustracción de menores en el Juzgado de Garantía, imputados del secuestro y desaparición del adolescente José Huenante Huenante, de 16 años, ocurrido en la madrugada del 3 de septiembre de 2005 en la población Mirasol de esta ciudad.
De comprobarse el delito de sustracción de menores, calificado de "gravísimo" por la fiscalía, pues equivale a un secuestro, los policías arriesgan penas que van desde los 10 años y un día a los 20 años de cárcel, con el agravante de ser policías.
No obstante, ellos negaron ante la fiscalía haber detenido al menor, aunque habrían dado versiones contradictorias. Hay un plazo de 60 días para la investigación, fijado por el tribunal, que además decretó la medida cautelar de reclusión nocturna en cuarteles de Carabineros.
Los imputados son el sargento segundo Juan Ricardo Altamirano Figueroa (41), de la 5ª Comisaría de Puerto Montt, y los cabos Patricio Alejandro Mera Hernández (40), de la 2ª Comisaría de Puerto Montt, y César Antonio Vidal Cárdenas, de la 2ª Comisaría de Puerto Aisén. Los tres fueron detenidos el fin de semana por efectivos de la Brigada Investigadora de Delitos contra los Derechos Humanos de la PDI, que los entregó a la custodia de la superioridad de Carabineros.
En su relato, el fiscal Sergio Coronado dijo que en la madrugada del 3 de septiembre de 2005, un grupo de jóvenes que bebía alcohol en la vía pública -entre ellos José Huenante- apedreó a un vehículo de Carabineros en la Población Mirasol, lo que generó un operativo en el que participaron 12 carabineros. El radiopatrullas 1375 de la 5ª Comisaría, ocupado por los imputados, fue al lugar del hecho tras escuchar por radio una solicitud de apoyo. Dos testigos dijeron a la fiscalía que en ese carro policial habían detenido a Huenante, sin que hasta ahora se conozca su paradero.
El fiscal expuso que los antecedentes implican "en directa participación" al trío uniformado. Se comprobó que fueron alterados el "Libro de Segunda Guardia" de la 5ª Comisaría -donde el kilometraje del RP-1375 aparece enmendado por el cabo Vidal- y el "Libro de Población", donde el sargento Altamirano modificó de dos a uno el número de detenidos esa madrugada. Además, el radiopatrullas carece del Registro de Actividades entre las 2:15 y las 6 A.M. de ese día.
El fiscal advirtió que Carabineros ha intentado ubicar a familiares de la víctima y a testigos para averiguar de la pesquisa, lo que estimó grave.
La defensa, a cargo de los abogados Rafael Gallardo y Alejandro Ibáñez, argumentó en el tribunal que los mismos antecedentes eran conocidos por el Ministerio Público hace tres años, los cuales son insuficientes para acusar a tres carabineros que tienen hojas de vida "intachables".
"La situación está judicializada y estamos brindando todo el apoyo a la fiscalía", declaró el Prefecto de Carabineros de Llanquihue, coronel Pedro Messen. Agregó que en Chile nadie está por sobre la ley, y que si de un juez emana una orden de detención en contra de funcionarios de Carabineros, éstos deben ser llevados al tribunal.
"Los carabineros no me aceptaron la denuncia"
La tía de José, María Huenante, en cuyo hogar vivía el joven, recordó ayer que la tarde del domingo 4 de septiembre de 2005 fue a la 5ª Comisaría de Carabineros de Puerto Montt a denunciar la presunta desgracia pero no tuvo éxito.
"No me aceptaron la denuncia. Me dijeron que debía ir a buscarlo al hospital y a la cárcel. Después fui a Investigaciones, donde sí la aceptaron y me sugirieron que reclamara contra los carabineros de servicio por incumplir su deber", contó. Entonces, la mujer fue a la prefectura de Carabineros de Puerto Montt y efectuó el reclamo. Dos días después fue citada al mismo cuartel donde no le acogieron la primera denuncia. "Un carabinero que estaba de guardia me hizo firmar un papel donde yo desistía del reclamo. Me sentí intimidada, porque me advirtió que si no lo hacía, sería detenida. A mí, lo único que me interesaba era hallar a mi sobrino", expresó la mujer.
José Huenante, quien tenía 16 años en 2005, vivía en casa de sus tíos Jaime Nahuelquín y María Huenante, quienes se habían hecho cargo de su custodia y mantención.
El adolescente había pasado su infancia en el hogar de menores de la Fundación Mi Casa, en Pelluco, ubicado a cinco kilómetros de Puerto Montt, y al salir abandonó los estudios.
Tras su desaparición, hubo sospechas de la intervención de carabineros en el hecho.
El testigo de iniciales P.G., entonces de 17 años, declaró al diario "El Llanquihue" que "esa madrugada los carabineros realizaron una redada y todos huimos en diversas direcciones. Yo me fui con mi amigo 'El Sombra' para un lado. Y para el otro corrió José Huenante, con los dos chicos de la población Antonio Varas". Luego agregó: "Después de eso, no los vi más. A mí me detuvieron algunas cuadras más adelante, en la calle Vicuña Mackenna, y me llevaron a la 5ª Comisaría".
Ayer, la familia del joven se quejó por la tardanza en investigar el paradero de su sobrino.
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