Enviado Especial Opal:
"La actuación de la policía militarizada de Carabineros en las protestas de este año, ha sido desproporcionada. Las cifras sobre detenciones ilegales demuestran que operan con prácticas de escaso impacto jurídico y buscando el objetivo inmediato de dispersar marchas recurriendo a los medios más lesivos con que se cuenta: elementos disuasivos como primera medida, detenciones arbitrarias, golpes y violencia innecesaria, así como otras prácticas ilegales. A pesar de tratarse de hechos minoritarios, se ha llamado la atención sobre la violencia con la que ha respondido el Estado, justificando y avalando el uso desproporcionado de fuerza, así como el uso indiscriminado de sus técnicas de disuasión. Frente a estos hechos, cualquier protocolo, de existir, se torna irrelevante".
"El uso de la fuerza en manifestaciones públicas debe ser excepcional y en circunstancias estrictamente necesarias conforme a los principios internacionalmente reconocidos".
Extractos del informe anual 2011, sobre DDHH en Chile.
Universidad Diego Portales
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