El sacerdote francés Pierre Dubois, símbolo en Chile en la lucha contra las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), falleció a la edad de 80 años, informaron hoy fuentes eclesiásticas de ese país. Murió en el barrio obrero de La Víctoria, en el sector suroeste de Santiago, en donde desde principios de los ochenta luchaba por la integración de personas en riesgo de exclusión.
Nacido en Dijon (Francia) en 1931, se ordenó sacerdote en 1955, tras lo cual llegó a Chile 8 años después como asesor del Movimiento Obrero de la Acción Católica.
En el país austral, fue un fuerte opositor de la dictadura y en 1984 una foto suya en la que aparecía por el centro de una calzada con los brazos en alto y en cruz al encuentro de un microbús de las Fuerzas Especiales de Carabineros (Policía militarizada) dio la vuelta al mundo. Esa noche de 1984, los Carabineros intentaban ingresar a la humilde población de La Victoria, donde la noche era iluminada por decenas de barricadas y fogatas, en una de las tantas protestas que se realizaron durante el régimen militar de Pinochet.
En ese marco, en 1983, durante una protesta, murió producto de una bala perdida el sacerdote André Jarlán, su compañero de parroquia, que se habia instalado a trabajar en la Parroquia Nuestra Señora de La Victoria. Salía a las calles, agitando los brazos en medio de gases lacrimógenos, instando a los pobladores para que no lanzaran piedras y expulsando a gritos a los efectivos policiales, recuerda un reportaje publicado por La Nación. “Predicando con la palabra, en una de esas manifestaciones, fue detenido y golpeado brutalmente por carabineros”, agrega la nota.
Un batallón de carabineros ingresó el 4 de septiembre de 1984. Producto de las balas provenientes de una metralleta policial resultó muerto su amigo, André Jarlán, quien leía su Biblia en su habitación. “Dos balas impactaron la capilla de los sacerdotes. Pierre corrió al segundo piso llamando a Jarlán. Pero éste no le contestó. Un proyectil en el cuello dejó su cabeza reposando eternamente sobre el salmo 129″, acota el reportaje. “Es el precio que hay que estar dispuesto a pagar. André lo vivió por la ofrenda de su vida y lo enseñó con sus palabras”, escribió entonces Pierre.
Después de varias acusaciones de agitación política y perturbación del orden público, fue expulsado del país el 11 de septiembre de 1986, tras lo cual organizó la pastoral del exilio en Bélgica, Francia y Suiza. A su regreso a Chile, en 1990, tras el término de la dictadura, retomó su puesto en La Victoria, en donde actualmente trabajaba con jóvenes con problemas de drogadicción.
En 2001, el Senado chileno otorgó la nacionalidad por gracia por 29 votos a favor y 10 en contra, después de un fallido intento en el que la Cámara Alta, dominada por la derecha pinochetista, se opuso a la iniciativa.
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