En el actual contexto electoral en que nos encontramos en Chile, las distintas organizaciones con perspectivas revolucionarias tendemos a hacernos diversos cuestionamientos respecto del uso de los espacios de la institucionalidad, del voto, de los candidatos y, por ende, de la política a definir como organización.
Al no estar ajeno a estas temáticas, y sin el afán de querer decir lo que hay que hacer, Inquietando quiere socializar diversas reflexiones que pasan por nuestras cabezas y corazones.
La mayoría de nosotros circunscribimos el tema electoral al hecho de participar o no en el proceso eleccionario, en el llamar a no votar, o en abstraernos del tema ya que “es parte de la dominación” y por lo tanto no poner opinión en el tapete.
Nuestra reflexión y el análisis colectivo de la propia realidad nos ha demostrado que si queremos hacer política de verdad, con perspectivas reales de transformación social, no podemos abstraernos de las coyunturas, por lo que se hace importante y necesario tener siquiera opinión, más aun cuando importantes sectores de nuestro pueblo, que es bastante institucionalista, participa de manera activa en el proceso electoral.
Para nosotros es claro que estas elecciones no podrán solucionar nada, ya que dentro de las posibilidades de elección encontramos los mismos nombres de siempre, apellidos raros y difíciles de pronunciar, que no conocen nuestra realidad, que no viven en nuestros sectores, personajes dueños de grandes empresas o participantes de los grandes conglomerados y sociedades dueñas de todo, los que lucran con nuestro voto, los trabajadores de la política.
La historia nos ha demostrado que la única forma para la construcción de una sociedad más justa es la organización y la acción consiente de los pueblos y los trabajadores, que esta no se dará bajos las normas ni las leyes de estos gobiernos, sino que debemos ir construyendo un poder dual (poder popular) e ir construyendo y viviendo nuestra nueva sociedad.
Para Inquietando, lo necesario no es decidir si llamar o no a votar, o si la mejor opción es nulo o blanco, ya que esto es sólo una decisión administrativa que circunscribe la coyuntura electoral sólo al acto de votar sin asumir una política global respecto al tema. Por otra parte las elecciones dejan fuera a miles de personas (en su mayoría jóvenes) que hoy no están inscritos, demostrando con ello (conciente o no) un rechazo a la forma de hacer política. Por lo tanto creemos, que corresponde a los sectores revolucionarios establecer una definición y acción clara respecto sobre la política electoral, plantearnos objetivos concretos, a fin de ir avanzando en la disputa del poder político en paralelo con construcción de poder popular.
Entonces la participación en esta coyuntura electoral es con el fin de aportar a elevar los niveles de conciencia de nuestro pueblo y desenmascarar a los que usufructúan del esfuerzo de los trabajadores y los sectores marginados, profundizando cada vez más las políticas neoliberales haciéndole el juego al imperialismo yanqui.
Ahora bien, ¿cómo hacemos concreta una política amplia en el marco de la coyuntura electoral?
Creemos que las formas pueden ser muy variadas, según los objetivos que nos planteemos, pero que sin duda debe considerar el rechazo profundo del sistema capitalista, de sus lógicas de dominación y funcionamiento, y, desde ahí, avanzar en hacer una práctica concreta su rechazo, el que se puede plasmar de las maneras más variadas que se nos puedan ocurrir: copamiento de nuestros territorios a fin de no dar espacios a las campañas políticas, denunciar las acciones realizadas por los candidatos que perjudican a los trabajadores y a los marginados, voto nulo con contenido (anular el voto y ponerle una consigna), campañas de propaganda, boicot a las campañas políticas, acercamiento a comandos propicios a desilusionarse de sus candidaturas (como el caso del MAS con Navarro que podría pasar también con sectores de MEO y Arrate) a fin de ganarlos para posturas de transformación real, junto a todas las acciones que permitan avanzar en los objetivos planteados.
Nuestro llamado entonces como Inquietando, es a rechazar a los políticos corruptos y mentirosos, rechazar sus propuestas mentirosas y que los benefician solo a ellos y a sus familias, rechazar el lucro, rechazar la falta de políticas sociales, rechazar la desigualdad en educación, salud y vivienda, rechazar que sigan gobernando los mismos, rechazar el intervencionismo yanqui, rechazar el no pensar ni poder decidir sobre nuestra propia realidad y el rumbo que queremos darle a nuestras vidas, rechazar la entrega de nuestra cuota de poder, por ende, rechazar el capitalismo.
SAMUEL GODOY
INQUIETANDO DESDE EL MARGEN- CHILLAN
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