Alrededor de 200 personalidades latinoamericanas y europeas han reclamado la concesión "inmediata" y "sin condiciones" de la amnistía a los presos políticos mapuches que han sido encarcelados en Chile por reclamar la recuperación de sus territorios ancestrales. Demandan además la no aplicación en Chile de la Ley Antiterrorista 18.314, heredada por los gobiernos democráticos de la dictadura de Augusto Pinochet y la apertura de un dialogo político como mecanismo de resoluciónd e conflictos.
La Coordinación de Apoyo al Pueblo Mapuche presentó este martes en Madrid, España, el denominado "Manifiesto por la Dignidad del Pueblo Mapuche" , en apoyo de los cuatro presos políticos mapuches que mantuvieron una huelga de hambre de 88 días, entre el 15 de marzo y el 9 de junio de este año, al ser condenados a elevadas penas de cárcel por "demandar el reconocimiento público a sus legítimos derechos colectivos como pueblo".
Se trata de Héctor Llaitul, José Huenuche, Ramón Llanquileo y Jonathan Huillical, principales dirigentes de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), quienes decidieron abandonar la huelga de hambre después de que el Gobierno de Sebastián Piñera se comprometiera a iniciar un proceso de negociación mediante la puesta en marcha de una comisión de expertos independientes que estudie la situación de los mapuches.
Los cuatro dirigentes fueron condenados a penas de entre 20 y 25 años de cárcel -que tras la huelga de hambre la Corte Suprema redujo a 8 y 14 años- en "juicios militares sin garantías procesales objetivas y con testigos protegidos" y en aplicación de "la Ley Antiterrorista de la dictadura de Pinochet", a fin de "criminalizar la protesta social del pueblo nación mapuche", se lee en el manifiesto.
Territorios ancestrales
Los firmantes, prosigue el texto, acusan al Estado chileno, "tanto en dictadura como en democracia", de haber "expropiado sistemáticamente los territorios de las comunidades mapuches a fin de ceder sus recursos naturales a las empresas forestales, mineras, hidroeléctricas y multinacionales europeas, tales como Endesa España, ENEL Italia y SN Power de Noruega, que son favorecidas por el Estado chileno, en complicidad con los grupos de poder económico".
"Los mapuches han vivido históricamente en comunidad, sin escrituras que avalen la propiedad de las tierras", y por eso "ha sido fácil usurparles sus tierras y ponerlas en venta por parte del Estado", declaró una representante mapuche de la Coordinación, Nélida Molina, durante la rueda de prensa de presentación del manifiesto en la capital española. "El pueblo mapuche siempre ha tenido que luchar para conservar sus tierras, tanto contra los incas, como contra los españoles durante el periodo colonial y, sobre todo, contra el Estado chileno desde su independencia", añadió.
"Los españoles respetaron las tierras de los mapuches y el conflicto realmente llegó con la llegada del Estado chileno", destacó Molina. La Constitución chilena del año 1982, precisó, establece que "Chile es una sola nación y desconoce la existencia de la nación mapuche", razón por la cual las tierras ancestrales de las comunidades viven bajo constante amenaza de intereses empresariales públicos y privados.
No obstante, el manifiesto recuerda también que el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), "ratificado por el Estado chileno en el año 2008", obliga a los Gobiernos a "consultar previamente a los pueblos originarios en materias que afecten a sus territorios y recursos, particularmente en relación con el desarrollo, la utilización o la explotación de recursos minerales, hídricos o de otro tipo", situación que no se estaría cumpliendo en Chile a cabalidad, denuncian.
Derechos Humanos
El manifiesto -que ha sido firmado, entre muchos otros, por la escritora española Rosa Regás, el escritor chileno Luis Sepúlveda, el politólogo Carlos Taibo, el actor Willy Toledo, el ex preso político de la dictadura franquista Marcos Sna o los abogados expertos en Derechos Humanos Carlos Slepoy y José Luis Galán- denuncia también que los cuatro presos mapuches que protagonizaron la pasada huelga en Angol "están recibiendo unos tratos inhumanos y degradantes".
Según Nélida Molina, los mapuches sufren "violaciones sistemáticas de Derechos Humanos", como torturas, allanamientos de moradas y colegios en los que estudian sus hijos e incluso amenazas físicas a menores. "Ha habido casos de niños que han sido cogidos por la Policía para llevarlos a helicópteros y colgarlos en el vacío para que digan dónde están sus padres", denunció. "Los mapuches son un pueblo de por sí pacífico, pero cuando defienden sus tierras las defienden con todas sus fuerzas y energías", afirmó. "Mapuche significa 'gente de la tierra' y los mapuches sin sus tierras dejan de ser mapuches", concluyó.
La Coordinación de Apoyo ha entregado el manifiesto a la Embajada de Chile en Madrid, para que el Gobierno esté "en antecedentes", y tiene previsto llevar a cabo otras actividades tanto en España como en otros países de Europa (entre ellos, Suecia) en el marco de su campaña para conseguir "visibilizar la lucha del pueblo mapuche para recuperar sus tierras y defender su cultura y su organización política", explicó Molinas poblados.
Fuente: Azkintuwe
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