jueves, 30 de junio de 2011
Un indulto a Fujimori sería una burla a la Justicia y a todo el pueblo peruano
El tema del indulto a Alberto Fujimori, condenado a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción, no deja dormir a los familiares de las víctimas de las matanzas del régimen peruano de los noventas. Ellos no pueden creer que tras 18 años de luchar y conseguir justicia se debata actualmente el tema de excarcelar a Fujimori a través de un indulto humanitario.
"El indulto a Fujimori sería una burla al dolor de los familiares, a la Justicia y a todo el pueblo peruano", opina desde Lima Gisela Ortiz, hermana de una de las víctimas de la matanza de La Cantuta, en una entrevista telefónica con ELMUNDO.es.
"Tenemos un Fujimori condenado a 25 años y luego de dos años lo quieren soltar. Se está manipulando su edad y enfermedad”, denuncia Ortiz cuyo hermano Luis tenía 21 años cuando fue asesinado por integrantes del Grupo Colina, un escuadrón de la muerte que actuaba bajo las órdenes de Fujimori, según determinó la Justicia.
El indulto humanitario es una facultad exclusiva del presidente de la República que se concede cuando el reo padece una enfermedad terminal y está en riesgo de muerte. Ese no parece ser el caso de Fujimori, quien no padece cáncer terminal ni necesita hospitalización, según informó el pasado martes Pedro Sánchez, jefe del equipo médico que atendió al ex mandatario en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN).
"Es un paciente de alto riesgo por haber presentado cuatro recurrencias (lesiones sangrantes) en la cavidad bucal, desde el cáncer que fue tratado en el 1997", dijo Sánchez a la prensa aquella vez. Fujimori fue hospitalizado el martes 9 de junio, apenas 4 días después de la segunda vuelta. Lo extraño es que durante la campaña electoral y cuando las encuestas le eran favorables, Keiko Fujimori dijo que su padre se encontraba muy bien de salud.
“Antes Keiko dijo que su padre se encontraba bien y ahora de pronto se puso mal. Ahora ella no dice nada. Si quieren indultarlo que encuentren los restos de mi hijo para poder enterrarlo. No puedo llevarle una flor, llorarle, visitarlo”, opina Raida Condor. Su hijo, Armando Amaro Condor, fue ejecutado en 1992 también por el Grupo Colina.
Ortiz dice que no siente odio hacia Fujimori y que lo que la mueve es una necesidad de Justicia. “Llegado el momento Fujimori va a tener la necesidad de pedir perdón. Si nos pide perdón lo escucharemos por respeto. Lo tomaremos como una necesidad de él para que pueda descansar en paz”.
“Seguimos pagando formas de estigmatización. Nos siguen califican de terroristas. Nos siguen amenazando de muerte. Nos culpan de las crisis del fujimorismo. No hay un estado que garantice nuestros derechos. Nos amenazan de muerte y nadie dice nada”, denuncia Ortiz.
“Y ahora hay que indultar a Fujimori como si fuera un premio consuelo por perder las elecciones. Yo le demandaría a Humala que revise el indulto y que no permite un canje político del gobierno aprista con el fujimorismo”, dice Ortiz.
“Qué le puedo pedir a Alan García si tiene las mismas culpas. A tal palo tal astilla. Tiene las matanzas del Frontón, de Ayacucho. Él está de acuerdo con los fujimoristas para darles el indulto. A Humala le diría que se ponga los pantalones y no se deje manipular por toda esta gente”, reclama Condor desde Lima.
Los familiares de las víctimas y otros colectivos civiles realizarán una marcha este jueves 23 de junio en la plaza Dos de Mayo de Lima a las 5 PM para rechazar la posibilidad de concederle un indulto humanitario a Alberto Fujimori.
La defensa de Fujimori ha buscado sacar de la cárcel a Fujimori de todas las formas posibles. Una de los últimos recursos legales que usó fue un hábeas corpus para anular las sentencias contra el encarcelado ex presidente. Ahora el abogado defensor, César Nakasaki, declaró a los medios que “legalmente ya se ha hecho el estudio del caso y se dan todas las condiciones requeridas para solicitar el indulto humanitario”.
Perdidas las elecciones, el indulto presidencial parece ser que la única vía del fujimorismo para liberar a su líder. La última palabra la tienen ahora el saliente presidente Alan García y el recién electo Ollanta Humala.
Diferentes organizaciones se pronuncian en contra del indulto
Las voces en contra del indulto se han hecho escuchar tanto dentro como fuera de Perú. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos se pronunció a través de su representante Rocío Silva Santisteban quien habló con ELMUNDO.es.
“No es el momento oportuno para un indulto humanitario a Fujimori. Se abriría una brecha terrible sobre un tema de justicia en Perú. Puede ser tratado en el local penitenciario donde está recluido con todas las garantías que requiere. Además, en delitos de lesa humanidad no procede un indulto. Lo mismo en los casos de secuestro agravado por los que también fue juzgado”, dice Silva Santisteban desde Lima.
Según un comunicado de esta organización, Alberto Fujimori fue sometido a un juicio público con todos los estándares y garantías del debido proceso, el que fue considerado por la comunidad internacional como impecable y aceptado por la defensa del propio procesado.
Para Carlos Rivera Paz, director adjunto del Instituto de Defensa Legal (IDL), el presidente Alan García debería pedir la opinión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) antes de dar el indulto a Fujimori.
Según Rivera, "hay una prohibición expresa para el otorgamiento de una amnistía, de prescripciones o indultos para los condenados por violación de derechos humanos”.
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), también expresó su “más enérgico rechazo” ante la posibilidad de que el Poder Ejecutivo peruano conceda un indulto a Alberto Fujimori, el primer caso en el que un ex presidente democráticamente electo fue procesado en su propio país por graves violaciones a los derechos humanos.
“El juicio contra Fujimori fue justo, imparcial y en pleno respeto a sus derechos como acusado. La comunidad internacional reconoce el proceso contra Fujimori como ejemplar y la condena como un paso determinante en la lucha contra la impunidad”, dice en un comunicado Jo-Marie Burt, asesora principal al programa de WOLA sobre Perú. “Simplemente no hay justificación, ni médica ni legal, para indultar a Fujimori”.
Para la organización Human Rights Watch, liberar de manera arbitraria al ex presidente Alberto Fujimori y eximirlo de cumplir la pena de prisión que le fue impuesta por violaciones de derechos humanos sería incompatible con las obligaciones jurídicas internacionales de Perú.
“Cualquier intento por conceder a Fujimori un trato especial y desestimar la gravedad de los delitos aberrantes por los cuales fue condenado por la justicia peruana constituiría un grave retroceso para el estado de derecho”, manifesta en un comunicado José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.
A eso se suma la opinión de la mayoría de la población peruana. Según una encuesta recién divulgada de Apoyo, un 65% de los peruanos se opone a concederle un indulto presidencial a Fujimori. De estos, un 36% cree que el ex presidente debería ser trasladado a una prisión común, mientras un 29% opina debería seguir preso donde está.
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