La contaminación en Chillan… ¿serán solo las
estufas?
Felipe Araya Sepúlveda
Movimiento Inquietando Desde el Margen
Comienzan los fríos en esta ciudad de hermosos contrastes climáticos, y
junto con los fríos comienza la calefacción en los hogares chillanejos, hogares
que en su mayoría no cuentan con los recursos necesarios, ni para poder
adquirir una estufa de calidad, que promedia los 2 sueldos mínimos, ni para
comprar la leña, que gracias a la nueva certificación, van a elevar
artificialmente sus precios... es la mano invisible del mercado dirían algunos.
No quiero decir que se elimine las normas de certificación de la leña seca
para la calefacción domiciliaria ni menos que se siga vendiendo leña húmeda y
que sigamos llorando a mares cada vez que caminamos por nuestras poblaciones y
no podamos ver ni los números de la casa de tanto humo a nuestro alrededor. Más
bien me asalta una duda. ¿Serán solo las estufas a leña las que están
provocando que Chillan sea una de las ciudades más contaminadas de Chile?, ¿Se
solucionara todo cuando se renueven el 100% de estufas en los hogares
chillanejos?
Hay dos elementos que debemos tener en cuenta, sin perjuicio de que puedan
existir otros elementos a considerar.
Uno es lo que ya mencionamos y que tiene que ver con la contaminación
relacionada al material particulado que tragamos día tras día. Si bien es
cierto que la calefacción domiciliaria aporta cerca del 66% de la contaminación
de la ciudad, según algunos datos, 48% según otros, debemos cuestionarnos
también otras fuentes de material particulado.
¿Acaso no es importante mencionar la fatídica planificación vehicular que existe en la ciudad, sumado a la mala calidad de las calles?, Los vehículos deben detenerse en 6 de cada 10 semáforos, la congestión de la locomoción colectiva en las calles céntricas es inaguantable. También están las quemas agrícolas, incendios forestales, según algunos datos de la de la Seremi de Medio Ambiente durante el año 2011, en un mes en las comunas de Chillán y Chillán Viejo han llegado a quemarse 1.493 hectáreas lo que equivale a un 76,3 toneladas/mes de impacto en el material particulado, esto se eleva a 724,6 toneladas/mes si se suman las 11 comunas aledañas.
A lo anterior hay que adicionar la emisión de material particulado de las
grandes empresas, que en toda esta problemática, están pasando sin arte ni
parte.
Un aspecto también importante tiene que ver con las “otras” fuentes de
contaminación. Si queremos ser serios con el tema y buscar soluciones reales y
no seguir instalando parches que se caen apenas comienzan los fríos, debemos
profundizar la problemática y no quedarnos solo en lo que respiramos, en el
humo que podemos ver. Debemos ser responsables en el uso de elementos
contaminantes y dañinos en la producción de alimentos, debemos preocuparnos
seriamente de la contaminación de los afluentes de agua y napas subterráneas.
Lo claro es que en esto no puede existir solo una visión tecnócrata, debe
haber una voluntad política de avanzar a un cambio de mentalidad en la
población, pero también necesitamos que las instituciones públicas hagan su
pega, que se organice eficientemente el tráfico vehicular en la ciudad, que se
realice una fiscalización eficiente a las industrias contaminantes.
Hemos aprendido durante décadas, es que si los de abajo no se mueven, los
de arriba jamás lo harán por si solos... a buen entendedor, pocas palabras.
Publicado en La Discusión, Martes 16 de Abril de 2013
Publicado en La Discusión, Martes 16 de Abril de 2013





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